Antes de continuar, te invito a escuchar esta canción titulada:
«Voy a vivir como si fuera mi último día»
Ahora te invito a leer un artículo que me gusto mucho y que extraje del blog de: http://www.jesusguerrero.com
Descubre tu Misión Personal.
La mayoría de las personas intuímos que debe existir algún propósito superior o principal para estar vivos, sin embargo, muchos no nos hemos enterado de cual es este. A este proposito primario se le conoce como la misión personal.
Conocer y entender nuestra misión personal es indispensable para llevar una vida dirigida, ordenada y congruente. La misión personal es la guía máxima que seguiremos a lo largo de toda nuestra vida y que nos permitirá enfocarnos en las cosas realmente importantes, nos ayudará en la toma de desiciones correctas y a mantener un soporte inquebrantable para nosostros mismos. Un buen propósito para este 2007 sería conocer, entender y seguir nuestra misión personal.
Existen algunos métodos encaminados a descubrir nuestra misión personal:
Steve Pavlina, en su artículo Como descubrir tu propósito de vida en 20 minutos sugire lo siguiente:
Si deseas descubrir tu verdadero propósito en la vida, debes primero poner tu mente en blanco y eliminar todos los falsos propósitos que te han enseñado (incluyendo la idea de que no existe un propósito de vida)
A continuación deberás llevar a cabo las siguientes actividades:
1. Toma una hoja de papel en blanco o abre un nuevo documento en tu procesador de palabras (es preferible el segundo porque es más rápido)
2. Escribe en la parte de arriba ¿Cuál es mi verdadero propósito en la vida?
3. Escribe una respuesta (cualquiera) que venga a tu cabeza. No tiene que ser una oración completa. Una frase corta estará bien.
4. Repite el paso 3 hasta que escribas una respuesta que te haga llorar. Ese es tu propósito.
Continua leyendo después de hacer el ejercicio…
Ahora te comento mis resultados del ejercicio anterior.
Yo realicé el ejercicio con muy buena disposición, ya que soy un lector asiduo del blog de Steve Pavlina y sus artículos son súmamente interesantes y útiles. Comencé a escrbir varias frases como: Conformar una familia sana y con valores, basar mi vida en principios y valores correctos, ayudar y servir a otros, proveer lo necesario para mi hogar, mantener una buena relación con mi esposa, etc, etc.
Sin embargo y a pesar de que escribí una lista importante de buenos propósitos, no logré encontrar en los 20 minutos que él sugiere, aquél propósito que me hiciera llorar, tal vez el ambiente no fue el más propicio, o quizás me hizo falta un poco más de tiempo para encontrarlo. No obstante este método seguramente funciona para mucha gente.
Otro método interesante y que a mí me funcionó mejor es el que propone Stephen Covey en su libro Los 7 Hábitos de la Gente Áltamente Efectiva (libro muy recurrente en este blog).
Stephen Covey realizaba con sus alumnos de universidad el siguiente ejercicio:
Stephen solicitaba a sus estudiantes lo siguiente:
* Realiza este ejercicio preferiblemente a solas
* Imagina que estás a punto de morir, tal vez te queda solo una semana de vida (es importante concentrarse en esto y realmente sentir que se está al borde de la muerte antes de continuar)
* Ahora piensa en las cosas que quisieras hacer antes de irte de este mundo
o Haz una lista de actividades en el orden que lleguen a tu mente
Continua leyendo después de hacer el ejercicio…
Ahora te platico mis resultados con este ejercicio.
Para mí, al igual que para muchos, pensar en morirme es algo que altera mis nervios, así que en un momento dado es una situación incómoda, pero por otro lado me cambió inmediatamente de canal y de perspectiva, me hizo además olvidarme de los pequeños detalles que en ese momento consideraba importantes.
Cuando comencé a escribir la lista de actividades, lo primero que vino a mi mente fue mi pequeño hijo que cumplirá mañana (3 de enero) 1 año y 4 meses, en su fragilidad como bebé, y en cual sería su situación después de mi muerte (toco madera, aunque no sea muy supersticioso) y en que tendría que afrontar la vida sin un padre, y las demás implicaciones. Solo pensar en eso me hizo llorar y no pude evitar recordar el ejercicio anterior de Steve Pavlina, donde dice que pensar en tu propósito de vida te hará llorar.
Inmediatamente sentí la necesidad de escribir una carta a mi hijo (que redactaré y publicaré aquí, más adelante) donde le diría lo que significa para mi, cuanto lo quiero y para compartirle algunas de las experiencias ideas y pensamientos más importantes que he obtenido a lo largo de mi vida y que le ayudarían a crecer y a ser una buena persona. Posteriormente pensé en mi esposa y en su situación personal, en lo que deseaba decirle antes e igualmente consideré la idea de escribirle. Una actividad posterior sería buscar una forma de garantizar el sustento para mi esposa y mi hijo, tal vez poniendo en regla (al menos revisando) los datos de mis seguros de vida, asegurar que mi parte de ingresos de mis negocios les llegara a ellos y platicando con los familiares y amigos más cercanos para solicitarles su apoyo.
Tuve algunas otras ideas como, cuales serían mis aportaciones al mundo, a mi familia, amigos, etc. y como sería recordado por la gente que me conoció. Realmente pensé muy poco en el trabajo y en los negocios y mucho menos en los placeres mundanos.
Finalmente pensé en como quedaría redactado mi enunciado de misión personal y aunque no está completamente definido sería algo como:
Mi misión personal es ser parte importante y positiva en la vida de mi(s) hijo(s), ayudarles a crecer y a formarse como personas valiosas, mantener una relación sana con mi pareja, servir a otros cuando haya oportunidad de hacerlo y crecer individualmente en todos los aspectos importantes.
Espero que estos 2 ejercicios hayan resultado igualmente útiles para tí, y me gustaría mucho que compartas aquí tus resultados.