La Confianza en Uno Mismo por Armando Alfaro de CentroSer.com

“Cuando se pierde la confianza… se pierde todo”
Por: Armando Alfaro C.

Confiar: Según el diccionario: “poner a una persona o cosa al cuidado de alguien”
confiar
intr.-prnl. Esperar con firmeza y seguridad.
tr. Depositar en uno, sin más seguridad que la opinión que de él se tiene [el secreto, etc.]. p. ext. Poner al cuidado de uno [un negocio].
Dar esperanza [a uno] de que conseguirá lo que desea.
Uno de los grandes males en nuestros tiempos, es la pérdida de confianza, en uno mismo, en los demás. El tema de la confianza está vinculado a una palabra muy poderosa: Seguridad. Cuando confiamos en algo o en alguien estamos depositando toda nuestra seguridad en ello, pero cuando eso empieza a fallar, entonces nos invade la desconfianza, la inseguridad, la sospecha, la incredulidad, la descomposición, en ese momento todo empieza a “fallar”.
Si tenemos cuidado en algo es por que lo valoramos, si no tenemos cuidado en algo es por que para nosotros eso no tiene valor” y precisamente la pérdida de valores en nuestra sociedad es algo que nos está afectando a todos de maneras muy variadas y profundas. ¿Te has dado cuenta?
Espero en serio y de todo corazón, que este mensaje de reflexión te sirva de una manera muy práctica a empezar a hacer esas “pequeñas cosas”, que todos y cada uno de nosotros deberíamos de hacer para ganarnos la “confianza”, de nosotros mismos hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Esto es muy sencillo, se trata de “Cumplir con lo prometido” en todo momento.
«La confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escalera del éxito.» Ralph Waldo Emerson
En sociología y psicología social, la confianza es la creencia en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. La confianza se verá más o menos reforzada en función de las acciones.
Efectivamente la confianza se ve reforzada en función de las acciones, y esto es muy sencillo, son hechos, no palabras y tenemos que reforzar nuestras palabras con actos, pues los hechos son los únicos ejemplos que tenemos los seres humanos para dejar huella en este mundo. ¿cierto?
Siempre he dicho que hay que empezar por uno mismo, si nosotros no cumplimos con las cosas que nos prometemos hacer para con uno mismo, jamás podremos esperar cumplir con las cosas que prometemos para con otros y tampoco podremos esperar que los demás cumplan con lo que nos prometieron, aquí hay un círculo vicioso que definitivamente tenemos que cambiar, ¡pero ya!.
Parece ser que el problema es muy grave, basta con observar cómo hemos descuidado a nuestra persona, incumpliendo una y otra vez esas viejas promesas de “hacer ejercicio”, “hacer una dieta”, “trabajar en algo que nos gusta”, “darme el tiempo para esto o aquello”. Si no podemos cumplirnos a nosotros mismos, si perdemos la confianza en nosotros mismos, ¿qué nos espera como humanidad?
¿Qué hacer?.. tenemos siempre dos caminos, uno, muy sencillo que es.. no exigirnos nada, no pedirnos nada, no prometernos nada, para así no caer en el problema moral de incumplir nuestras promesas y de alguna manera no sentirnos mal, ya que si no nos exigimos nada, entonces no podremos quedarnos mal. Y la otra es “cumplir nuestras promesas” punto, así de sencillo.
El problema es que si tomamos la opción de no pedir nada, de no exigir nada, entonces en ese momento se acaba un proceso que nos mantiene a toda la humanidad en este planeta, “El mismo proceso de evolución”. Así es. De forma muy resumida, estamos aquí para crecer y evolucionar, no tiene sentido este mundo si no venimos a aprender y crecer. Y crecer y evolucionar implica esfuerzo, compromiso, trabajo, observación, tomar consciencia y corregir los errores, para evitarlos y mejorar cada una de las cosas que hacemos para no repetir una y otra vez las mismas cosas negativas que nos llevan a un proceso de “involución”.
Efectivamente “confiar”, significa tener “seguridad” y la seguridad es la certeza de que podemos hacer algo, solos o con la ayuda de los demás. Si perdemos esta confianza en nosotros mismos y en los demás, entonces invariablemente llegaremos a destrozar las mismísimas bases de la convivencia y del actuar de cualquier sociedad.
Hechos no palabras.
¿Cuántas veces has dejado de hacer eso que prometiste hacer?, te das cuenta, la lista puede ser muy larga. Si dejamos que esto suceda una y otra vez, ¿Qué crees que pase?, ¿qué está pasando?, ¿te has dado cuenta?, que el ser humano poco a poco se está haciendo más insensible, más apático, más intolerante, desconfiando e inconsciente  ante los hechos y problemas que nos afectan?
¿Te importa?
Cuando nos dejan de importar las cosas, creo yo, llega un momento en que todo pierde sentido, y entonces da lo mismo hacer o dejar de hacer, y aquí es cuando las cosas se vuelven realmente tristes.
La solución es muy sencilla, no importa que tan simple, que tan básica sea una promesa, si la hacemos, “hay que cumplirla”, no hay más y tenemos que empezar por uno mismo.
La seguridad genera confianza y cuando hay confianza hay solides, hay podríamos decirlo así ladrillos fuertes que pueden respaldar la construcción de una vida más plena, una sociedad fuerte, de relaciones más fuertes y duraderas y a final de cuentas un planeta en constante evolución.
Ojala esta reflexión te haga hacer algo al respecto, yo tengo la confianza, la fe de que podemos hacer algo al respecto. Espero de todo corazón que lleguemos a confiar una vez más, los unos en los otros y en nosotros mismos y que baste una simple promesa para tener la certeza de que las cosas se harán, por el bien de todos.
“Mi palabra vale oro”, “palabra de honor”, se decía en tiempos pasados, no se necesitaban contratos, abogados, leyes, castigos y todo un sistema basado en la desconfianza. Cuando cumplimos, cuando nos comprometemos simplemente no necesitaríamos tener tantas cosas que hemos creado basados en la desconfianza. ¿Te das cuenta? Hay toda una industria multimillonaria sobre el tema de la seguridad, basado en algo muy sencillo, ya no podemos confiar en nadie y por lo tanto vivimos encerrados, con candados, alarmas, rejas, cercas electrificadas, cámaras de seguridad, contratos, abogados, policías, guardias, veladores, armas, divorcios, violencia y destrucción, nos estamos convirtiendo sin darnos cuenta en esclavos de nosotros mismos, y vivimos en prisiones, perdón casas hermosas, pero rodeadas de artilugios basados en la desconfianza.
Así de sencillo, hemos creado un mundo violento por algo muy simple “La pérdida de la confianza” la poca valoración de las cosas que realmente importan. No podemos exigir a nadie cumplir lo que promete, si no nos exigimos a nosotros mismos primero cumplir lo que nos prometemos”.
Si eres de esas pocas personas que aún cree en “un mundo ideal”, te pido compartas esta información, pero sobre todo, que te esto te lleve a tomar una decisión simple y sencilla. “CUMPLE LO QUE PROMETES”, y empieza por ti mismo. Si algunos hacemos esto, otros seguirán el ejemplo y creo y tengo fe, en que este mundo puede cambiar, puede mejorar, puede ser ese mundo ideal, que algunos queremos…muy pronto.

Y por favor:
“Cumple lo que te prometes”.
Con todo cariño.
Armando Alfaro C. – CentroSer.com

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