Cuando aprendemos a ser agradecidos disfrutamos todo lo que somos, tenemos y hacemos.

 

 Solo basta reconocer la importancia y la felicidad que te genera cada regalo que te da la vida. Cuentos para aprender a Vivir

 
 

 
Decía un anciano que sólo se había quejado una vez en toda su vida:
Cuando iba con los pies descalzos y no tenía dinero para comprar zapatos. Entonces vio a un hombre feliz que no tenía pies.
Y nunca volvió a quejarse.

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