No hay duda de que el Espíritu Santo está presente hasta en el Tik Tok. Estaba viendo videos chistosos y me sale un video de un zapato viejito al que le pusieron el audio de estoy cansado. No sé si has visto Tik Toks en los que sale ese audio de estoy cansado. Están muy divertidos. Y en los comentarios, porque hay veces que en los comentarios me río más que del mismo video, apareció esta frase que me voló la cabeza. Amar es también dejar ir. Hoy quiero compartirte una anécdota personal de mi mamá. Mi mamá y yo casi siempre hemos sido muy buenos amigos. Y hace un mes y medio más o menos sucedió un malentendido y desde entonces mi mamá no ha querido hablar conmigo y cuando tuve la oportunidad de hablar con ella que fue hace dos semanas le dije ¿por qué no quieres hablar conmigo? me dio sus razones la escuché después yo le dije mis razones ella me escuchó y terminó la conversación cuando terminó la conversación curiosamente me dio mucha paz porque pude comprender lo que antes no comprendía y cuando pude comprender es cuando pude soltar el curso de milagros constantemente habla acerca del perdón el perdón es mi función porque soy la luz del mundo y que es el perdón sino comprender algo que estaba confundido.
Para mí amar es ser valiente. Me dio mucho miedo hablar con mi mamá. Me tardé un mes para atreverme a hablar con ella. Pero durante todo ese mes, mi mente condicionada me decía un montón de mentiras. Porque el malentendido ocurrió por una situación con mi hermana. Entonces mi hermana me platicó lo que mi mamá le dijo a ella y luego me dijo que mi mamá ya no quería hablar conmigo ni con mi hermana y que ya había bloqueado en su celular nuestros contactos, bla bla bla. En un mes no le hablé a mi mamá porque le hice caso a lo que mi hermana me dijo. Y durante todo ese mes, no pude ascender. No pude hacer mi oración. Trataba de ascender y mi mente me gobernaba diciéndome, tú hiciste esto, tu mamá quién sabe qué, quién sabe cuándo, deberías hacer esto. Y luego al día siguiente la mente condicionada me decía otra cosa diferente. Y era el cuento de nunca acabar. El Espíritu Santo me mandó a una hermana que me dijo, habla con tu mamá. Me atreví, le hablé, y como te vuelvo a repetir, todavía no hablo con ella. Mi mamá sigue resentida, enojada, y para mí esta frase tiene todo que ver con el respeto. Y el respeto es amor. Y estoy bien con eso. Eso no significa que no la amo. Eso no significa que la sigo amando a través de mi oración. Eso no significa que puedo seguir mandándole luz rosa. Entonces, amar también es dejar ir. Para mí, el ejemplo más claro es esta situación con mi mamá. Que, curiosamente, al momento de escuchar de mi madre su voz, aunque fuera enojada, pero el escucharla, y escucharla a ella. Ella, no a mi hermana, sino a ella, hablarme y decirme sus razones, me dio muchísimas piezas del rompecabezas que me ayudaron a comprender lo que antes no comprendía. No hay nada que perdonar, solo algo que comprender.