El poder de gobernar nuestras vidas automáticamente se vuelve la única razón suficiente para que otros lo dejen de hacer por nosotros. Cuentos para aprender a vivir.
La Peste se dirigía a Damasio y pasó velozmente junto a la tienda del jefe de una caravana en el desierto.
-«¿A dónde vas con tanta prisa?» – le preguntó el jefe.
–«A Damasio. Pienso cobrarme un millar de vidas».
De regreso de Damasio la peste pasó de nuevo junto a la caravana. Entonces le dijo el jefe:
–«¡Ya sé que te has cobrado 50,000 vidas, no el millar que habías dicho!».
–«No», le respondió la Peste.
-«Yo sólo me he cobrado mil vidas. El resto se las ha llevado el Miedo.»