Posamos la mente en el corazón, vamos a contactarnos con la energía de la alegría y el gozo a través de él, imaginamos que nuestro corazón puede sonreír, si sentimos que nuestro corazón está duro y no podemos sonreír con él, lo masajeamos mentalmente, hasta sentir que lo empezamos a hacer…
Dejamos que la sonrisa se expanda y llegue hasta nuestros labios, dibujando una sonrisa apenas perceptible en ellos, la sonrisa llega hasta nuestros ojos, y sentimos que también podemos sonreír con la mirada…
Por medio de la sonrisa nos vamos a comunicar con nuestro cuerpo…, nos vamos a amigar con él…, lo vamos a aceptar tal como es…, con sus virtudes y defectos…, le damos las gracias a nuestro cuerpo y todas las inteligencias que en él actúan y lo mantienen con vida…, concientizamos si en algún lugar o sector de nuestro cuerpo, tenemos un desequilibrio energético, dolor o malestar…, sonreímos muy especialmente a esa zona…, y pedimos perdón a las inteligencias por el mal uso de la energía…,
Ahora vamos a perdonarnos a nosotros mismos pasados errores, a veces somos muy duros con nosotros, al fin y al cabo cualquiera puede cometer un error, estamos aquí para aprender, …nos deshacemos de la culpa, esa pesada mochila que agobia nuestra psiquis…, la dejamos a un lado…
Buscamos en nuestro corazón, vamos a perdonar a terceras personas que en algún momento nos puedan haber herido o perjudicado, conciente o inconscientemente, vamos a visualizarlos en nuestro corazón, y los vamos a perdonar, vamos a liberar esa energía, …nos vamos a deshacer del odio y el resquemor, otra pesada mochila que nos agobia y perturba nuestra psiquis en la dirección opuesta al Amor, …la dejamos a un lado, …nos sentimos livianos, …sin peso…
Así completamos el círculo del Perdón…, el Perdón es Curación…, el Perdón es Sanación…
Volvamos a nuestro corazón, posamos nuestra mente en él, como una hoja se posa sobre las aguas, manteniéndose en la superficie, sin importar del movimiento de las profundidades…, ahora contactamos la Paz que fluye de nuestro corazón…, fluye más allá de los límites de nuestro cuerpo, abarcando todo nuestro deredor, el ambiente en el que nos encontramos, y las personas que en él se hallan…
Nos quedamos vivenciando la Paz todo el tiempo que queramos, abarcando en ella a todos nuestros seres queridos…, y a todos los seres del Planeta…