¿Quien soy, cual es mi proposito, porque elegi separarme de Dios?

A continuación muestro un extracto del libro: «La Desaparición del Universo» de Gary Renard

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¿Cómo y porqué se creó el ego y la separación?
 R: Antes del principio no había principios ni finales, sólo existía el eterno Siempre, que todavía sigue allí, y siempre estará. Sólo existía una conciencia de unidad sin fisuras, y esa unidd era tan completa, tan imponente e ilimitada en su gozosa extensión, que era imposible para cualquier cosa ser consciente de algo más que no fuera Ella misma. En esta realidad a la que llamamos el Cielo, sólo existía y sólo existe Dios. Aquello que Dios crea en Su extensión de Sí Mismo se llama Cristo. Pero Cristo no está separado ni es diferente de Dios. Es exactamente lo mismo. Cristo no es una parte de Dios, es una extensión del Todo. La única distinción posible entre Cristo y Dios -si fuera posible una distinción- sería que Dios creó a Cristo, Él es el Autor. Cristo no creó a Dios ni se creó a Sí Mismo. Por su perfecta unidad, en realidad esto no importa en el Cielo. Dios ha creado a Cristo para que sea exactamente como Él y para compartir Su eterno Amor y júbilo en un éxtasis libre de cargas, ilimitado e inimaginable. A diferencia del mundo concreto y específico en el que pareces estar ahora, este constante y subyugante estado de conciencia es completamente abstracto, eterno, inmutable y unido. A continuación, Cristo se extiende a Si Mismo creando nuevas Creaciones, o extensiones simultáneas de la totalidad, que siguen siendo exactamente iguales en su perfecta unidad con Dios y Cristo. Así, Cristo, como Dios, también crea: porque es exactamente lo mismo que Dios. El resultado de todo esto es el eterno compartir del perfecto Amor que está más allá del entendimiento. Después surge una pregunta inocente: ¿qué pasaría si yo saliera a jugar por mi cuenta?, Como un niño inocente que jugando con cerillas acaba quemando la casa, habrías sido mucho más feliz si no hubieras encontrado la respuesta a esa pregunta. Como tu idea no es de Dios, Él no responde a ella. Responder a ella habría sido otorgarle realidad. has entrado en una pesadilla, un estado de ilusión a lo que J se refiere en el Curso como la “diminuta idea loca…” de la separación. En ese instante cósmico de aparente individualidad -y por muy atractiva que puedas creer que es la individualidad, no es otra cosa que separación. Eso es dualidad. Ahora, en lugar de unidad, tienes dualidad. Antes sólo existía la perfecta unidad del Cielo y nada más. Eso es no-dualidad, no dos. Ésa sigue siendo la realidad. En verdad no existe más que una cosa, pero ahora parece que a ti te está pasando otra cosa. Parece existir Dios y algo más. Ésa es la ilusión de la dualidad, y el mundo de la multiplicidad y de los infinitos sujetos y objetos que percibes en él, son meros símbolos de la separación. Aunque aún puedes intentar crear, no puedes crear realmente sin el poder de Dios, de modo que todo lo que fabricas acaba cayéndose a pedazos.
Cada vez que un bebé parece nacer en este mundo, sólo está reviviendo el momento en el que pareció dejar atrás el entorno perfecto que disfrutaba en Dios; donde todo era nirvana y recibía los cuidados y atenciones, y de repente se encontró abofeteado en el rostro por una aparente realidad que en comparación era un infierno. Puede que pienses que el nacimiento es un milagro, pero los bebés no llegan a este mundo sonriendo, ¿o si?. Se te debe mostrar el camino de salida de esta experiencia. Tu mente se ha dormido al volante y no lo sabe, pero va a despertar en el equivalente a un instante cósmico. Eso se debe a que la Voz que habla por Dios y el Cielo, a la que nos referiremos como el Espíritu Santo, sigue estando contigo para recordarte la verdad y llamarte de vuelta. Este recuerdo infalible de lo que eres verdaderamente nunca se pierde, haciendo que despertar a la realidad del Cielo sea completamente inevitable.
Sin embargo, este recuerdo puede ser aparentemente postergado por insensatas decisiones tomadas en el sueño. Has tomado decisiones insensatas a lo largo de todo el camino. Tienes el poder de elegir el recuerdo y la fortaleza de Dios u otra cosa en su lugar, y si realmente examinas tus pensamientos, descubrirás que normalmente eliges otra cosa.La conmoción, el miedo y la confusión te llevaron a tomar una serie de decisiones insensatas que te llevaron hasta aquí.
Aún no te das cuenta de que, teniendo en cuenta el imponente poder de la mente, podrías tomar ciertas decisiones que le pondrían fin a la aparente separación, y esto es algo que podrías haber hecho en cualquier momento con algo de ayuda.
No te equivoques; para aceptar realmente al ayudante de Dios, el Espíritu Santo, tienes que empezar a confiar en Dios. No puedes confiar en Él hasta que reconozcas que no es Él, sino tú, el responsable de tus experiencias.
Te sentirás culpable hasta que comprendas que este mundo no es real, y que en realidad nada ha sucedido. Eso no significa que no debas comportarte responsablemente dentro de la ilusión. Significa que debes entender ciertas cosas para aplicar el verdadero perdón que permite al Espíritu Santo ayudarte mejor.
Dios no podría haber creado este mundo. No está en su naturaleza. Él no es cruel, y como J te indica: Si éste fuese el mundo real, Dios sería ciertamente cruel. Porque ningún Padre podría someter a Sus Hijos a eso como pago por la salvación y al mismo tiempo ser amoroso. Por fortuna, éste no es el mundo real y Dios no es cruel. Por eso queremos hacer hincapié en que todo lo que acabamos de describir que no sea la perfecta unicidad del Cielo, y todo lo que ha parecido ocurrir desde entonces, no tiene absolutamente nada que ver con Dios.
La idea de separación, así como tus decisiones subsiguientes, son cosas que a Dios no le preocupan en absoluto. Los acontecimientos que ocurran en un sueño no tienen consecuencias, simplemente porque en realidad no están ocurriendo. Aunque a ti te parece muy real y a veces terrible, tu universo no es más que pensamiento fútil, creado falsamente. Estando sin el poder de Dios, lo único que tu mente puede hacer es dividir y subdividir, y después tratar de glorificar el resultado. en realidad no eres capaz de dañarte a ti mismo, aunque sueñes que te hieren o incluso que mueres. De hecho, eres capaz de despertar y continuar con la perfecta unidad del Cielo exactamente como antes. Pero tu mente debe estar entrenada para ser dominada por los pensamientos del Espíritu Santo en lugar de los de tu ego. Esto exige la capacidad de tomar decisiones que reflejen el sistema de pensamiento del Espíritu Santo en lugar del tuyo.
Uno de los libros espirituales más populares que jamás se han escrito ¡hacía decir que Dios mismo había creado el miedo!. Ésa es una imprecisión tan importante que no podemos dejar de enfatizar su completa falsedad. Dios no crea nada que no sea la perfecta unidad del Cielo. Así es como J lo expresa al principio de su Curso, cuando describe: «cualquier cosa que no refleja el sistema de pensamiento del Espíritu Santo no es más que tu propia pesadilla y no existe. En Dios estás en tu hogar, siendo perfectamente capaz de despertar a la realidad.
¿Porqué es tan difícil comprender todo esto?
R: No se debe a una falta de inteligencia, sino a una abundancia de resistencia inconsciente. Necesitamos que tú ayudes a transmitir algunas de las cosas que la gente no quiere oír, las cosas vitales que están siendo ignoradas por tantos. Alguien tiene que hacerlo. No te llamamos para que juzgues o ataques a otros maestros o para que discutas con la gente, sino para que perdones.
La razón por la que será extraordinariamente beneficioso para ti entender el Curso de J , es que lo podrás aplicar mejor a los problemas y situaciones que tendrás que afrontar en tu presunta existencia cotidiana.  Es la aplicación del verdadero perdón, con la guía de J o del Espíritu Santo, la que te conducirá a la auténtica felicidad, a la paz, y finalmente al Cielo.
¿Porqué elegí separarme de Dios?
R: Para poder tener conciencia tienes que estar separado. Tiene que haber algo más que el Cielo para ser consciente. En otras palabras tienes que tener algo de lo que ser consciente. Esa fue la razón de tu separación.
¿Qué me puedes decir sobre la percepción?
R: La percepción no es real porque siempre entraña algún uso inadecuado de la mente, puesto que la lleva a áreas de incertidumbre. Por ejemplo, en cuanto nacen, las personas ya tienen relaciones especiales: primero la relación con la madre, y pronto con el padre. La resistencia principal radica en renunciar a esos roles que has dado tanto significado (hijo, padre, esposo). Recuerda; J amó a sus padres -José el albañil y María de Seforis-, pero también amó por igual a todos los demás. El amor especial es del ego; el Espíritu Santo ama a todos por igual.
 

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