La Aguila que volaba muy alto

 

 
Había dos águilas, una de ellas podía volar más alto que su compañera, y a ésta no le gustaba nada. Entonces la menos capaz habló un día con un tirador y le pidió que volteara a su rival. El tirador le dijo que lo haría si tuviese plumas adecuadas para sus flechas. Entonces el águila arrancó dos plumas de sus alas y se las entregó. El cazador disparó sus flechas pero ellas no alcanzaron al águila, que volaba demasiado alto. La compañera envidiosa siguió arrancándose las plumas hasta que al fin se sacó tantas que no pudo volar, y el cazador la mató…  Mi amigo, si sufres de envidia, la única persona a la cual harás daño es a ti mismo. Ahora y trabaja por esa paz del corazón

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